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Salud y bienestar mental

Bienestar Integral

 

 "Con el tiempo, la atención en este campo ha evolucionado desde centrarse únicamente en los trastornos mentales hacia una perspectiva más amplia que abarca la salud mental y el bienestar. A diferencia de los trastornos, la salud mental y el bienestar son relevantes para cada persona en la sociedad. La salud mental se reconoce ahora como una parte fundamental de la salud general, extendiéndose más allá de la mera ausencia de enfermedad y estando inseparablemente ligada a nuestra salud física y comportamiento."



La Asociación Americana de Psicología describe el concepto de salud mental de la siguiente manera:

La salud mental es un estado mental caracterizado por el bienestar emocional, un ajuste de buen comportamiento, la relativa libertad de los síntomas de ansiedad y desactivación, y la capacidad de establecer relaciones constructivas y hacer frente a las demandas y tensiones ordinarias de la vida.  

Para la la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.  

La OMS considera que la salud mental es más que la simple ausencia de trastornos mentales. Es un estado de bienestar que permite a las personas: 

Hacer frente al estrés, aprender, trabajar satisfactoriamente, desempeñar un papel activo en sus comunidades. 

La OMS recomienda que los servicios de atención de salud física y mental se presten de manera integrada. 

 


 

Segun la​ MedLine-Mental Health , la salud mental afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez. 


Afortunadamente cada vez somos más conscientes  de que cuerpo y mente están unidos y que para disfrutar de un estado de bienestar completo es fundamental tener en cuenta tanto la salud física como la mental. Esta toma de conciencia por parte de la sociedad de la importancia del cuidado de la salud mental, es un avance muy positivo y el primer paso para abordar los desafíos emocionales a los que nos enfrentamos y poder encontrar así los tratamientos más adecuados. 


La salud mental implica  un estado de bienestar, no solo a nivel físico también psicológico. Entendiendo este ultimo como  un estado de equilibrio y funcionamiento óptimo en la vida de un individuo  que es  capaz de afrontar los desafíos, desarrollar su potencial y vivir de manera significativa. En este sentido, entendemos como bienestar psicológico al conjunto de sensaciones positivas derivadas de un funcionamiento mental en el que prevalece la autorrealización y la capacidad para hacer frente o adaptarse a las situaciones y demandas del entorno.



Dimensiones clave del bienestar psicológico



 

La salud mental implica  un estado de bienestar, no solo a nivel físico también psicológico. Entendiendo este ultimo como  un estado de equilibrio y funcionamiento óptimo en la vida de un individuo  que es  capaz de afrontar los desafíos, desarrollar su potencial y vivir de manera significativa. En este sentido, entendemos como bienestar psicológico al conjunto de sensaciones positivas derivadas de un funcionamiento mental en el que prevalece la autorrealización y la capacidad para hacer frente o adaptarse a las situaciones y demandas del entorno.



Según la psicóloga Carol Ryff, una de las principales investigadoras en este campo, el bienestar psicológico se compone de varias dimensiones interrelacionadas:


  • Autoaceptación: Tener una actitud positiva hacia uno mismo, reconociendo y aceptando tanto las cualidades como las limitaciones. Implica una valoración realista del pasado y del presente.


  • Crecimiento personal: Sentir que se está en un proceso continuo de desarrollo y mejora. Esto implica estar abierto a nuevas experiencias, aprender de ellas y ver el propio progreso.


  • Propósito en la vida: Tener metas claras, sentir que la vida tiene un sentido y una dirección. Esto brinda una sensación de significado tanto al pasado como al presente y al futuro.


  • Relaciones positivas con otros: Cultivar relaciones significativas, cálidas y de confianza con los demás. Implica la capacidad de empatía, afecto e intimidad, así como la preocupación por el bienestar de los demás.


  • Autonomía: Ser independiente y capaz de resistir las presiones sociales, regulando la propia conducta desde criterios internos. Es la capacidad de tomar decisiones y actuar de acuerdo con los propios valores.


  • Dominio del entorno: Sentirse competente y capaz de manejar los desafíos de la vida. Esto incluye la habilidad para elegir o crear entornos favorables y sacar provecho de las oportunidades.


En resumen, el bienestar psicológico es un estado dinámico en el que la persona se siente plena, satisfecha con su vida y equipada para navegar por sus complejidades, desarrollando sus capacidades y contribuyendo positivamente a su entorno. Esto implica un aprendizaje y la adquisicion de  habilidades que nos permitan enfrentar y manejar  los sucesos de cada día. Y no conocer, no disponer de estos recursos o no saber cómo utilizarlos, nos predispone a perder bienestar mental y abre la puerta a la aparición de las enfermedades mentales, a las que cualquiera podemos ser candidatos para sufrirlas en mayor o menor intensidad. No es la ausencia de problemas, sino la capacidad de afrontarlos de manera saludable y seguir prosperando.